Desde aquí pido que de la cara el iluminado por la gracia de Dios que decidió instalar altavoz en los móviles… Este tío supongo que no se imaginaba que los poseedores de esta arma tan mortal lo utilizarían en contra del resto de la humanidad. ¿A quién no le ha pasado? Coges el metro y justo delante se sienta ese espécimen, que por lo que he investigado les gusta ser llamados: flamhenkitos, shulikos, lokhos (siempre, nota ¡importante!, con un uso un tanto peculiar de la “h”). Usan algún apodo más pero no puedo escribirlos porque el Clip del Word me está avisando que una patada más al diccionario de ese tipo y me tocará escribir con el Paint y no es plan. Pues eso, se te sienta uno de estos cerca y debe pensar que a todo el vagón, que según la hora vacío precisamente no va, le gusta la misma música que a él, es decir, o flamenco o música máquina (repertorio extenso) y decide poner el altavoz del móvil para que todo el mundo se deleite. ¡No es necesario! No llevas una mini cadena en el bolsillo ni nada mínimamente parecido… es que si por lo menos diera una calidad de sonido óptima seguiríais molestando, pero dejaría de ser una molestia cutre y pasaría a ser una molestia un poco menos cutre y es que nadie os ha pedido poner hilo musical al metro, ni a la calle, ni al supermercado, ni en el bus, así que por favor, dentro de la caja del móvil seguro que venían los auriculares, ¡úsalos! Ahora me vienen a la cabeza algunos eslóganes publicitarios que podríamos usar para concienciarlos como por ejemplo: “Póntelo, Pónselo”, “Él nunca lo haría”, “Imposible is nothing”, etc. Podríamos empezar a reemplazar los horrorosos anuncios de Nina con Condis y empezar con estos que ayudarían más a la sociedad, es solo una solución para un problema. Si no la damos nosotros, los afectados, ¿quién lo va a hacer?
JD
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