COSAS DE ANTAÑO

Hoy me gustaría recordaros esas grandes frases, expresiones, que usábamos cuando éramos más pequeños en el patio del cole o en el parque con los amigos. Voy a empezar por la que seguramente se repitió y se repite más en los coles: “A que vas a la profe” (señu también está aceptado) o simplemente “a que vas” y es que quién no ha amenazado nunca con esa crueldad a un niño en el patio o en clase porque no te paraba de molestar o porque te había insultado, luego (por lo menos yo) me sentía un poco ruin por haberlo entregado, pero que se le iba a hacer, era o él o yo. Sí que es cierto que había pequeños cabroncetes que a la mínima iban a dar el chivatazo a la profe ya fuera porque habías infringido una norma en algún juego y no querías aceptarlo, porque quizá le habías dicho tonto o porque te habías colado en la fila y esos sí que eran seres más que despreciables. Pongámonos en la piel del pobre chaval que es acusado de algo a la profe, en ese momento (a no ser que seas un pequeño delincuente en potencia) te sientes mal, como si hubieras hecho uno de los peores delitos del mundo e intentas evitar a toda costa que el otro niño llegue hasta la profesora pidiéndole perdón a más no poder pero muy pocas veces se conseguía el éxito así que solo tocaba esperar la pena que te sería aplicada a veces la profe pasaba olímpicamente del chivato pero si no era así era probable que saliera otra de las frases que más sonaron: “castigado de cara a la pared”, bueno era un castigo que te ridiculizaba delante de los colegas pero no se pasaba mal del todo, eso sí cuando te decían lo de “castigado sin patio”, “vas a ir a la clase de los más grandes para que veas cómo se comportan a ver si aprendes algo”, o “después de clase te quedarás un ratito aquí reflexionando” era una auténtica putada y en ese momento solo deseabas matar al maldito chivato.

El momento de hacer colas para cualquier cosa: salir de clase, coger material, etc. También tenía su propia frase, cuando localizabas algún amigo en una posición más privilegiada de la fila te acercabas y le decías: “me colas” a lo que rápidamente él al compadecerse de ti pero sabiendo que su sitio era clarísimamente bueno te contestaba lo de: “te colo si me colas” eso era música para tus oídos pero no para el que quedaría detrás de ti que acabará puteado y muy posiblemente convirtiéndose en uno de esos chivatos mamoncetes de los que hemos hablado antes con todas sus consecuencias.
El momento de insultarse también tenía su cancioncita con el hiperconocido: “quien lo dice lo es”, que después de años de perfección quedó así: “quien lo dice lo es, el mundo al revés” y es que esa frase nos jodía en nuestro ser por eso alguien que acabó realmente tocado creó para contrarrestar esa frase la de: “rebota, rebota y en tu culo explota” que era como más dura y acaba con la batalla.
Cuando se jugaba a juegos como los del pilla – pilla también había algunas perlas unas de más conocidas como la de: “soy azúcar” (si se le pillaba no la paraba, vamos algo parecido a los enemigos inmunes a la magia en un videojuego que ya les puedes tirar conjuros que ni por asomo se inmutan) y otras de no tan conocidas que recuerdo pero que también reconozco que nunca llegue a comprender como: “tronquito” o “angelito borrador” (os juro que las decían pero también os juro que no se qué pastillas se habían tomado)
Ya para acabar os hablaré de unas que ya eran un poco más modernas que a mí me llegaron a la vez que aparecieron los primeros Tazos, eran básicamente para designar el orden para jugar la partida: “priquins”, “seguns”, “tercers”, “cuarter” (esta última menos usada entre otros motivos por su difícil pronunciación mientras te comías el bocata de Nocilla) a todo esto le siguió una cancioncilla que solía soltar el último o el que quedaba fuera de la partida (también válida para cuando hacías una carrera y te vacilaban por haber perdido): “primero basurero (aceptado también caganero), segundo rey del mundo, tercero pistolero, cuarto lagarto y quinto laberinto” llego solo hasta el quinto porque nunca he oído como sigue con el sexto pero debe ser bastante extraño ya que a partir del tercer puesto todo pierde su sentido y se vuelve un poco surrealista.
Bueno os dejo con un video para que veáis que los Tazos no han muerto y siguen entre nosotros, incluso en fiestas universitarias. Frikis, pero universitarias:

JD